El Carnaval de Tlaxcala es una celebración de talla mundial en su género a la que definitivamente debe asistir. Los asistentes al festival desfilan por las calles mientras son seguidos por "camadas", o grupos de baile. A medida que avanzan por las principales calles de Tlaxcala, los miembros de estas organizaciones animan a los residentes y a los visitantes. El nombre de los miembros de las camadas se les llama huehues.
Estos huehues o viejitos son una parodia ridícula de los antiguos terratenientes de la zona. Son identificables por el uso de camisas de manga larga, pantalones largos, corbatas y zapatos lustrados. Sus sombreros están decorados con vibrantes plumas, mientras que las máscaras con rasgos europeos ocultan sus rostros. Sin embargo, el Carnaval de Tlaxcala, que comienza el 24 de febrero, también cuenta con eventos adicionales, como los llamativos desfiles con carrozas, máscaras, disfraces, colores y música tras la coronación de la Reina del Carnaval.
La capital de Tlaxcala es un hervidero de actividades y artesanías, muestras gastronómicas, pirotecnia y otras festividades, y todo esto gracias al Carnaval de Tlaxcala. Se trata de una importante muestra de lo mejor del folclore y las tradiciones del estado. Esta celebración tiene una de las raíces culturales más fuertes, puesto que es una fantástica oportunidad para que conozca diversas danzas indígenas con raíces nahuas. Además, los lugareños celebran esta fiesta en muchas otras zonas del estado, realzándola con sus propias tradiciones y usos.
Los líderes de las diversas organizaciones catrinas llevan cruces a la espalda y las colocan en un gran altar de la iglesia, como parte de las celebraciones finales del carnaval. Después ofrecen algunas oraciones y, de fondo, los catrines se reúnen para bailar al son de las bandas. Y al final, pasean por las principales vías de la ciudad antes de terminar con vibrantes bailes en el zócalo.
La Octava del Carnaval, uno de los eventos más recomendables de esta celebración, cuenta con la representación del ahorcado, una sátira social en la que el pueblo se burla del gobierno de forma lúdica. Aunque en todos los carnavales del estado utilizan el mismo programa, destacan las localidades de Papalotla y Chiautempan en donde se realiza este carnaval.